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España se enfrenta a la Reestructuración del Sector de Renovables

En los últimos meses venimos leyendo en la prensa titulares como “Renovables al borde del pánico”, “Recorte de 1.670 millones de Euros a las Renovables” y un sinfín de titulares parecidos. Sin embargo, ha sido en esta última semana cuando ha saltado  a las primeras planas de los periódicos los derroteros que ha tomado y tomará el Real Decreto  que está preparando el gobierno que afectará a las energías renovables. 

Según lo publicado por los distintos periódicos económicos del país, las renovables se enfrentan a un duro proceso de reestructuración o refinanciación que afectará a miles de empresas grandes, medianas y pequeñas. Como en procesos de reestructuración anteriores sufridos por el tejido empresarial español, de los que Legorburo Consultores, como consultora especializada en Reestructuración y Refinanciación de Empresas, conoce de primera mano, después de haber reestructurado más de 100 empresas en los últimos 6 años, éste será un camino largo y difícil para muchas compañías, grandes y pequeñas, que han invertido en Renovables.

Pero, como Consultora especializada en Reestructuración de Renovables, nos hemos preguntado si es un problema que afecta a España o si hay otros países de la Unión Europea que se han visto también afectados por la falta de dinero para seguir apoyando a las Energías  Renovables y cómo se está viendo nuestra situación desde medios de comunicación extranjeros.  Para ello hemos leído varios artículos publicados en prensa internacional como el Financial Post,  que el pasado 8 de marzo dedicó un artículo que tituló “Los Gobiernos rompen los contratos firmados con las Renovables”. En este artículo hacen referencia a varios países de la UE entre los que están, Italia, al que denominan como una de las economías más grandes de Europa y uno de los países que dedicó millones de euros a subvenciones para el sector de las  Renovables y que en 2013 aplicó un impuesto a los productores de energía renovable, con el que los productores con más de 3 millones de Euros de rendimientos y unos ingresos superiores a 300.000 Euros deberían pasar a pagar una tasa del 10.5%. Esta medida siguió a una anterior, de 2012, que ya gravaba a los productores de energía solar con un 5% por kilovatio hora sobre energía de consumo propio. El gobierno italiano también anunció a las solares que ponía fin a las compensaciones cuando la producción sobrepasase el sistema.

Según la industria solar el resultado de este y otros cambios, ha sido el aumento de las empresas solares en bancarrota y el decremento en la inversión. 

No muy alejado está el caso de Bélgica, donde, tanto los organismos federales como los regionales que aportaron subvenciones a las Renovables, han limitado con carácter retroactivo todos estos beneficios, tratando también de imponer un impuesto a las pequeñas y medianas empresas de energía solar, tasa que la Corte de Apelaciones belga echó para atrás pero que el gobierno regional trata de reintroducir el próximo año.

En Francia aunque el panorama no parece tan desolador, también se colocó a las Renovables en “zona de peligro” cuando el gobierno aplicó el pasado año un corte del 20% en la tarifa “garantizada” de la que disponían los productores solares a la vez que se plantea un impuesto que aplicaría a las solares del 11%.

Sin embargo, según los periódicos internacionales, el caso de España es el más dramático de todos, ya que durante años fuimos “la niña bonita” de la Energía Verde. Desde el año 2000 el Estado español pagó a los productores de renovables 41 Billones de Dólares más por su energía de lo que había alcanzado en el mercado abierto. Por ese motivo para recuperar esas subvenciones, el Gobierno decidió suprimir su FIT (Feed in Tarif: tarifa que se utiliza en varios países europeos  con el fin de impulsar a las energías renovables mediante un instrumento normativo que busca establecer una tarifa especial, premio o sobre precio por la energía que un proveedor renovable inyecte a la red) lo que ha provocado que el rendimiento de las inversiones se haya visto limitado a un 7.4% con el añadido de que a partir de ahora deberán vender la energía al precio del mercado. La medida tomada por el Gobierno tiene carácter retroactivo, dejando ahora a aquellos productores cuyos beneficios “engordaron” mucho, “pasar hambre” hasta que se sitúen en el mencionado 7.4%.

Por poner un ejemplo: a una  empresa que haya gastado 100 millones de dólares en una planta solar en España y que haya registrado una rentabilidad del 14% o 14 Millones al año, el Gobierno le aplicará un recorte en las subvenciones equivalente a la devolución total, contando desde que fue construida hasta ahora con el fin de llegar al 7.4% o 7,4 millones de dólares al año.

Por otro lado, las plantas eólicas construidas antes del 2005 no recibirán ningún tipo de subvención, lo que el sector ha denominado como un saqueo que provocará que más de 1/3 de los productores pierdan sus subvenciones.

Las consecuencias en España no se han hecho esperar. El sector solar, que llegó a dar empleo a 
 60.000 trabajadores, ahora emplea a 5.000. El sector eólico se estima que ha despedido a 20.000 trabajadores. Ikea,  el minorista sueco de muebles que se enamoró de las energías renovables, anunció que estaba reduciendo sus pérdidas y con ello el abandono de una planta solar que había construido en España. La inversión en el sector también se derrumbó. En 2011, España atrajo 10 billones de Dólares en inversión solar. En 2013, el nivel de inversión se redujo en casi un 90 %. 

El Tribunal Supremo español no mostró ningún tipo de compasión con la industria solar, al fallar en contra de su argumento de que los cambios retroactivos del gobierno eran injustos.  El Tribunal argumentó que: “La evolución del sector de la energía estaba poniendo en riesgo la sostenibilidad financiera del sistema eléctrico” y agregó que las empresas «no tienen derecho a esperar que el régimen de compensación del gobierno no pueda cambiar» 

Los inversores europeos en energías renovables se enfrentan a una dura realidad, ya que las promesas de los políticos pueden desaparecer en cualquier momento. Inversores en energías renovables de Canadá podrían en breve toparse con esa misma realidad. 

Fuentes consultadasFinancial Post: Artículo: Brady Yauch es economista y director ejecutivo del Instituto de Política del Consumidor, una división de la Fundación de Investigación de la Energía. Los párrafos extraídos del referido artículo han sido traducidos e interpretados por Legorburo Consultores. 

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